... Sueña como si fueras a vivir para siempre ...
... Vive como si fueras a morir mañana ...
" Ojalá viviera en un sueño para siempre, donde solo ocurriera lo que desease mi mente "
"Quizá nuestro verdadero destino es estar siempre en camino, mirando hacia atrás con tristeza y hacia adelante con impaciencia, siempre anhelando descanso y siempre sin reposo; pues siempre es un camino sagrado aquel cuya meta se desconoce y que, sin embargo, se sigue con perseverancia, tal como ahora nosotros caminamos esta noche la oscuridad y el peligro, sin saber lo que nos espera..."
Stefan Zweig
En una de las paredes de mi cuarto hay colgado un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas, detenidas casi para siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto. Casi siempre, el reloj es sólo un inútil adorno sobre una blanquecina y vacía pared. Sin embargo, hay dos momentos durante el día, dos fugaces instantes, en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix. Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares, marcan las siete, y los cucús y los gongs de las máquinas hacen sonar siete veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces al día, por la mañana y por la noche, el reloj se siente en completa armonía con el resto del universo. Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero, pasado ese instante, cuando los demás relojes acallan su canto, y las manecillas continúan su monótono camino, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que alguna vez detuvo su andar. Y yo amo ese reloj. Y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez siento que me parezco más a él. También yo estoy detenido en el tiempo. También yo me siento clavado e inmóvil. También yo soy, de alguna manera, un adorno inútil en una pared vacía. Pero disfruto también de fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora. Durante ese tiempo siento que estoy vivo. Todo está claro y el mundo se vuelve maravilloso. Puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todo el resto del tiempo. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable. La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como a mi amigo el reloj, también a mí se me escapa el tiempo de los demás. ...Pasados esos momentos, los demás relojes, que anidan en otros hombres, continúan su giro, y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar, que acostumbro a llamar VIDA. Pero sé que la vida es otra cosa. Yo sé que la vida, la de verdad, es la suma de aquellos momentos que, aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía con el universo. Casi todo el mundo, pobre, cree que vive. Sólo hay momentos de plenitud, y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir para siempre, quedarán condenados al mundo gris y repetitivo andar de la cotidianidad. Por eso te amo, viejo reloj. Porque somos la misma cosa tú y yo...
Abro las alas, yo despego a otro lugar, necesito ir mas allá, descansar sólo en el país de nunca jamás, casi nada me llena, el sol se va y me quedo a oscuras, voy pensando introduciéndome en un hondo mar de dudas.El infinito existe (quizá) pero me queda lejos, me pregunto ¿que es lo que habrá al otro lado del espejo?, mi cabeza son mil paranoias en cuatro paredes, que no dejan entrar ni un rayo de luz aunque sea leve...
Estoy cansado... La misma historia cada día, la vida se caracteriza por su monótona rutina., y es que casi todos los días parecen iguales, así que yo tengo que hacer que parezcan especiales...
Lentamente, si no eres fuerte te mueres por dentro, no quieres ayuda durante los decisivos momentos, la sonrisa se va de tu cara y no puedes hacer nada, ves como se escapa más, el llanto se ahoga en tu almohada...
Tus ojos ven lo que les gustaría ver, y así no sienten, el corazón vive engañado en una tierra de serpientes, que busca envenenarte que pruebes de la manzana, olvida el ayer y el hoy pues será otro día mañana.
Estoy cansado de tanto y también de tantas cosas, que quiero desaparecer; disimularme entre rosas.
Hay cosas por las que seguir, si ya lo sé que en esta vida no todo es sufrir, pero cuando sólo hay dolor no piensas en lo bonito, no valoras nada para ti no existe el infinito.
Estoy cansado y harto ya, de tantas mentiras y engaños, estoy cansado, porque siguen pasando los años, cansado y harto de tantas ralladas, tantos fallos, estoy cansado ya, agotado de subir peldaños.